martes, 30 de julio de 2013

Subo esta foto, porque creo que dice cosas.

No es una foto que me guste. No porque espere "salir lindo", esa esperanza la perdí hace tiempo. Es una foto que no me gusta porque retrata un momento muy íntimo, de mucha sensibilidad, de mucha tristeza, de gritar la bronca, la desesperación, de "celebrar un triunfo" que ni siquiera sabía cuál era. Y podría decir mucho más de ese momento, tan complejo fue. En síntesis, considero que la foto es "invasiva" y nunca me gustó verla.

Más tarde saldría en el libro de fotos de la historia de Abuelas de Plaza de Mayo, así la ví yo, así la vieron muchos/as.

Minutos más tarde, cuando íbamos hacia el escenario al costado de la ESMA, mi amigo/primo/hermano Esteban me llama por teléfono y me pregunta dónde estoy, y le respondo que en la ESMA.

Me pregunta - "y qué se siente?".

- QUE NO QUIERO ESTAR AQUÍ.

Esa fue mi respuesta.

Por qué digo todo esto? Porque quiero tratar de explicar lo que siento con el tema de la ESMA y las "novedades". Que no son tales, claro, pero mucha gente recién se entera.

Antes que nada quiero decir que no sólo respeto el trabajo que se hace ahí, así como los trabajadores y su intención, que considero sana. Puedo discutir cómo y por qué están ahí, pero no tengo nada en contra que decir.

Creo que a veces se ataca a la gente que trabaja ahí por motivos que no son tan como los pintan.

Creo que de las distintas actividades que se realizan, algunas son muy interesantes y hasta las recomendaría. Yo fui a varias de ellas hasta que la ESMA me gritó bien fuerte al oído: "Sigo siendo la ESMA, no te olvides".

Y bancate esas 17 hectareas y esas 5000 almas en la mochila...

Creo también que hubo muchísimos errores de todos los que alguna vez participamos en mayor o menor grado en el tema de la ESMA.

Pero creo también que se llegó a un punto de "guerra declarada", donde un sector hace lo que se le da la gana a pedido del gobierno (ese mismo del cual todos los organismo de DD HH éramos "independientes") y otro sector trata de resistir, normalmente sin éxito.

Como dije antes: apoyo muchas de las cosas que se hacen, critico otras tantas y siempre traté de mediar entre los dos sectores, aún cuando me queda claro quién es quién y qué hace cada uno y por qué. Ser medido no me hace imbécil.

Y en este punto es donde me quiero preguntat: es realmente necesario? Realmente hay una sola persona que considere que se honra la memoria con un shopping, con juegos de luces, con parafernalia, con mármoles brillantes y metales pulidos? Por favor, si hay alguien que piense así, que me lo diga.

Acaso si no pongo aguas danzarinas en un campo de concentración los estoy recordando menos? Si no pongo una disco en el Casino de Oficiales no apoyo la lucha de los 30000? SI no pongo un tren fantasma alrededor de las 17 hectareas es porque soy de la Corpo?

Me pregunto: cómo se llegó a este punto?

Una respuesta sería: este gobierno siempre intentó una visión de los desaparecidos como muertos, torturados, desaparecidos. Que cualquiera que luche va a la ESMA (aunque Berni los manda a Campo de Mayo). Es una respuesta que puede ser fácilmente demostrada. No existe un sólo lugar recuperado como "museo de la memoria" en el que se haya desarrollado la potencia vital de 30000 desparecidos. Ni uno solo, entre decenas de miles. Ni uno. Sólo lugares de muerte y horror.

El sistema no es estúpido y sabe donde apuntar. No es un secreto.

El sistema sabe que necesita aplastar la lucha, la ética y la dignidad. Sabe, necesita, EXIGE, el olvido, el perdón y la reconciliación.

Sin embargo, muchos compañeros/as decidieron ponerle el cuerpo a la hrencia tan pesada y luchar contra la corriente. Me consta que lo hicieron honestamente, yo fui uno de ellos. Me consta que en general lo siguen haciendo honestamente, y que hay malas hierbas como en cualquier otro lado. Pero el desafío de transformar un lugar de muerte en un lugar de vida fue tomado seriamente y después de análisis muy concienzudos que llevaron meses. No tengo nada que objetar al respecto.

Pero sí puedo objetar que pongan un shopping y un parque de diversiones y una disco. Sé que lo van a hacer igual, porque no les importa en lo más mínimo lo que LA MAYORÍA DE LOS FAMILIARES Y EX DETENIDOS pensemos. Pero eso no implica quedarse callado ante semejante payasada, ante tanta afrenta, ante tanta burla.

Me consta que algunas de las personas que trabajan en el lugar están tan indignadas como yo, pero jamás van a a decir nada contra el gobierno. Me consta porque me lo dijeron con esas mismas palabras.

Los organismos de DD HH siempre nos preciamos de nuestra independencia del gobierno y los partidos políticos. Teníamos tanta razón.... como en todo, aunque ahora algunos/as digan que estuvimos equivocados en casi todo.

En resumen: Para mí, la ESMA es esa foto horrible que me sacaron. Es llanto, es desesperación, es dolor, es tristeza. Es "Juicio y Castigo", "Compañeros seguimos adelante", "en este lugar muchas desaparecidas dieron a luz y sus bebés fueron entregados a genocidas".

Para mí, la ESMA es la ESMA. Respeto los intentos de transformarla en ex-ESMA, les deseo toda la suerte a lo que lo intentan honestamente, pero así como no hay un ex-Auschwitz, ni un ex-Treblinka, ni incluso ex-La Escuelita de Famaillá, considero que la ESMA va a ser siempre la ESMA. Y hasta podría convivir con eso. Mal pero acostumbrau, como diría Inodoro Pereyra.

Hasta puedo dejar pasar la parrila al paso ESMA

Pero con la ESMA Shopping Center, o la ESMA Disco Light o la ESMA Parque de Diversiones.... no. NO. Todo tiene un límite, y acá lo superaron largamente.

O en todo caso... que se la queden los que les interese, los fascinados por el brillo y el oropel y las luces y las agüitas danzarinas.

El resto, como siempre, iremos a la Iglesia de la Santa Cruz, o a los cementerios, o a los lugares de militancia o incluso a esa agua sucia y embravecida que no danza pero mata: nuestro amado y terrible Río de la Plata.

Y recordaremos la lucha de nuestros 30000. Que en nada se parecía a esto que tenemos. Ni se parecía a discotheques, ni museos, ni parques de diversiones ni ninguna otra payasada semejante.

Fabio De Vicenti