viernes, 12 de abril de 2013

En el caso de Amaya, las torturas acabaron con su vida

Rawson: Nuevos testimonios describen los padecimientos de Amaya y Solari Yrigoyen en la U-6

Durante las tres audiencias de esta semana declararon 13 testigos. Fue en el marco del juicio que se investiga la participación de tres imputados responsables de las torturas de los abogados de presos políticos y dirigentes sindicales.Las tres audiencias de esta semana en el juicio por la muerte de Mario Abel Amaya y las torturas sufridas por Hipólito Solari Yrigoyen durante la última dictadura concluyeron hoy en Rawson con 13 testigos más que reforzaron las acusaciones, según evaluaron querellantes y fiscales."Pasaron por estas tres audiencias 13 testigos, todos importantes para la acusación" formulada en la elevación a juicio contra los tres imputados por las torturas infligidas a los dos abogados y dirigentes radicales, dijo el fiscal Fernando Gelvez.

Osvaldo Fano, quien era entonces director del penal U6 de Rawson, y el ex guardiacárcel Jorge Steding, están acusados de cómplices del delito de tortura, mientras que fue imputado como encubridor Luis García, en esa época médico de la prisión y años después legislador radical y ministro de Gobierno de Chubut (2001-2003).

También consideró que los testimonios de esta semana contribuyen a "probar todas las acusaciones" por los delitos de lesa humanidad juzgados en esta causa la historiadora Mónica Gatica, quien investigó la represión dictatorial en Chubut y asiste al juicio.

Las próximas audiencias se realizarán el 23, 24 y 25 de este mes y el 7 y 8 de mayo próximo, precisó el fiscal Gelvez.    

El juicio por las torturas que sufrieron en 1976 en la cárcel de Rawson los abogados de presos políticos y dirigentes radicales Solari Yrigoyen y Amaya comenzó el 19 de marzo último con la lectura de las acusaciones contra los tres imputados.

Sólo uno de ellos, García optó entonces por hablar ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, que sesiona en Rawson, y dijo ser inocente.

Después, el propio Solari Yrigoyen y otros testigos aportaron elementos sobre los tormentos que sufrió el primero junto a su colega, correligionario y amigo Amaya, quien falleció poco después en la cárcel de Devoto a raíz de las torturas padecidas.

"Es difícil encontrar una explicación racional a hechos irracionales", dijo en su testimonio en el juicio oral Solari Yrigoyen. "Tanto Amaya como yo fuimos secuestrados en esta provincia en 1976", agregó en una detallada y emotiva exposición.

Numerosos testigos, ex presos de la U6, describieron también esta semana los tormentos que sufrieron Solari Yrigoyen y Amaya o, en otros casos, las duras condiciones que imperaban en el penal y que se agravaron después del golpe del 24 de marzo de 1976.

Buena parte de los testimonios apuntaron a la relación de los imputados con golpizas y tormentos, en especial en los casos de Fano y de Steding, dijeron a esta agencia fuentes de la acusación.

Crisanto Ripodas, preso en la Unidad 6 en esa época, relacionó a ambos con el "cuerpo pretoriano" que golpeaba a los prisioneros pero también dijo que García lo visitó cuando estaba en una celda de castigo, mojado, en calzoncillos y rodeado de excrementos.

Citado por el diario chubutense La Jornada, el testigo afirmó además que en la U6 "la atención médica era impresentable para una cárcel legal" y que ese penal "fue hermano de los campos de concentración".

Otro ex detenido, Rodolfo Quintana, vio desde el baño de su pabellón cómo trasladaban a Amaya en una camilla a la enfermería, en un hecho sin precedentes, y añadió que el servicio médico en el penal de Rawson era "ineficiente, elemental".

Sobre Amaya, precisó haberlo visto "muy estropeado y con un golpe cortante en el lado izquierdo de su cabeza que le llegaba casi a la frente". También relató que si bien se lo veía disminuido por su condición de asmático, lo obligaban a correr.

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