“Terminé la secundaria con un apellido y comencé la universidad con otro”, Sebastián Rosenfeld
Con la sola presencia del imputado Pertusio comienza la audiencia. En primera instancia da su testimonio Maria Zulema Ferremi, madre de Patricia Marcuzzo. Recuerda que su hija fue secuestrada a fines de octubre del año 1977 del departamento que alquilaba en la zona de la terminal de Mar del Plata, mientras su yerno Walter Rosenfeld es secuestrado en la ciudad de La Plata.
Patricia estaba embarazada de 3 meses. Era militante de la organización Montoneros, estudiaba psicología y trabajaba en un laboratorio. Al tiempo del secuestro llegan a su domicilio de la calle Mármol 144 gente de la marina, vestidos de civil, que con prepotencia buscaban una carpeta que sabían estaba en el fondo de su vivienda, carpeta que ella vio escondida y con anterioridad la había prendido fuego.
El 23 de abril del 78 paró un coche en casa de al lado, cuando mi hija Sandra salió a sacar la basura le dicen que tienen noticias, le dieron el nene y le dijo que cuide mucho a Sebastián, el que lo trajo podría ser Gúliver de sobrenombre, le entregan un moisés, bolsa con ropa y varios litros de leche para consumo de bebés.
Les entregaron una carta escrita por Patricia donde le decía “querelo mucho, es buenito, anotalo a tu nombre, es el hijo que no tuviste”. Identificó la letra de su hija que además contaba con el detalle que en vez del punto de la i en su nombre tenía una mariposa.
Lo hizo revisar la médica de la familia la Dra. Rodríguez Aguilar. Por testimonios de sobrevivientes de la ESMA, supo que su hija estuvo detenida en Buzos Tácticos de la Base Naval de Mar del Plata, desde donde fue trasladada a la ESMA para dar a luz a su hijo Sebastián. Con la abuela paterna se contactan después de 5 años en una de las habituales reuniones que realizaban las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la iglesia Santa Ana.
Testimonio de Sebastián Rosenfeld
Sebastian hombre de 33 años, hijo de Walter Rosenfeld y Patricia Marcuzzo, nacido en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada. Comienza aclarando que los relatos que va a realizar son por dichos ajenos. Supo que sus padres eran militantes Montoneros y por eso secuestrados en octubre del 77, se presume entre el 19 y 20.
Hace referencia a la difícil situación que vivió con respecto a su identidad, las complicaciones vividas para poder tener la documentación legal correspondiente, ya que fue anotado en primer lugar con el apellido de la madre y luego con el del padre también, como anecdótico recuerda “terminé la secundaria con un apellido y comencé la universidad con otro”, hace entrega al tribunal de abundantes pruebas al respecto.
Por testimonios de María Laura Bretán supo que su padre estuvo detenido en el centro clandestino de detención La Cacha, donde fue brutalmente maltratado por su condición de judío, “la pasó muy mal”. Por Graciela Daleo sabe que su madre “estuvo detenida en la Base Naval Mar del Plata estando embarazada de 3 meses, luego la pasan a la ESMA donde yo nací y me entregan a mí en la casa de mi abuela materna”.
Testimonio de Alcira Ríos
Alcira Ríos, abogada de 70 años que fuera secuestrada el 27 de julio del año 1978 junto a su esposo, en su domicilio los reducen y los trasladan a centro clandestino de detención que ubican en la ciudad de San Nicolás. En el lugar son interrogados y torturados hasta que al cabo de unos días son trasladados a centro clandestino de detención La Cacha, ex planta transmisora de Radio Provincia. Describe el lugar.
Se presenta alguien que le dice “yo soy el jefe, yo los cuido a todos, vengo todas las noches si hay algún inconveniente me informan”. Al rato una prisionera le dice “soy Rita, sacate la capucha, yo hace 10 meses estoy acá”. Luego supe que Rita era Laura Estela Carlotto. Al día siguiente escucho gritos de chicas que decían “son unos animales, mirá lo que le hicieron a este muchacho”, era mi marido.
Todos los que servían comida eran prisioneros más viejos, estaban “los del traslado de Mar del Plata”.
Pude ver a La Gringa que era Ana María García y a Angelita. Alejandra Baldasare, era de Mar del Plata.
Laura refirió que tuvo un hijo en julio y que se lo habían entregado a la madre.
Angelita postula que: “esto es el Sheraton al lado de la Base Naval de Mar del Plata”.
Pudo ver a Walter Rosenfeld, era de Mar del Plata también. Walter estaba piel y huesos, Raúl Bonafini y Carlos Lahitte fueron quienes lo ayudaron, lo bañaban, le daban de comer, lo hacían caminar, así empezó a mejorar.
A Raúl le decían Bigote. Una chica, que le decían Chispi, hablaba con su esposo, era de Entre Ríos y su nombre era Lucía Perrier hija del reconocido locutor que había denunciado a su propia hija ante las autoridades militares. Lucía y su esposo Néstor Furrer fueron detenidos en Necochea, de donde fueron trasladados a la Base Naval y luego a La Cacha. Comentaba, “La base era terrible, como nos engrillaban, no podíamos hacer nada, nos enceguecían con focos, cuando nos bañábamos nos manoseaban, nos miraban y se nos reían”.
El 17 de agosto del 78 trasladaron a todos los de Mar del Plata, decían que los iban a llevar a la ESMA por un tiempo. Al marido y a ella los llevan el 1ero de septiembre a Tablada y en noviembre son blanqueados y trasladados a la cárcel de Devoto.
“El arma que secuestraba era el que definía que hacían con los detenidos, los que estaban destabicados eran los que después fueron asesinados, no les importaba que los vieran, sabían que estaban muertos”.
Rita salió de La Cacha una semana después que los de Mar del Plata junto a Lahitte, esa misma noche los mataron, a ella le reconocieron el corpiño que Alcira le había regalado.
La Gringa estaba muy bien físicamente, era obrera en La Plata, militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores Ejercito Revolucionario del Pueblo, en el área Logística.
Lucia Perrier y su marido eran del Partido Comunista Marxista Leninista, cuando fueron secuestrados sus hijos quedaron abandonados en la plaza de Necochea, por lo que fueron tapa de diario, lo que posibilitó que sus abuelos pudieran viajar a recuperarlos.
Recuerda a Silvia Siscard, le decían Anita, pudo conversar con ella, era del PCML, supo Alcira que el responsable del PCML, de apellido González fue quien entrego a toda la organización.
Presenta documentación de expedientes de causa Plan Sistemático, donde se mencionan los casos de Susana Pegoraro y Cecilia Viñas, recordando los llamados telefónicos realizados por Cecilia a casa de la familia pidiendo dinero para el rescate, “porque los iban a trasladar”, poniendo énfasis en que siempre hablada en plural y en determinado momento dijo no busquen más dinero, ya que otra familia lo había conseguido. Estos llamados fueron en enero del 84, ya en democracia, y se presume desde la Base Naval Mar del Plata.
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